Oscuridad, un ruido sibilante, y tú, que sientes que no puedes hacer nada...
Angst - Published: 2-4-06 - Complete
Todavía estaba yo en aquella triste y oscura habitación, atento a cualquier sonido que estremeciera la oscuridad.
En una esquina había una rendija, e intentaba no mirar hacia allí, temiendo ver algo que me helara la sangre en las venas.
Un susurro sospechoso siseaba bajo la cama, y una sensación extraña se deslizaba desde mis pies hasta mi cabeza ; en mis oídos retumbaban los latidos del corazón que, inquieto, se removía en mi pecho.
Encendí un fósforo con la esperanza de que cesara aquel ruido, pero el silbido seguía siseando, lentamente.
La llama se extinguió en segundos, y, como por arte de magia, todo quedó en silencio, así que pensé que todo era producto de mi fantasía.
Me senté en el suelo de madera,horadado por las polillas, que crujió con mi peso. Por un momento, imaginé que iba a ceder e iba a caer al piso de abajo.
Observé cómo ante mis ojos y por la rendija por la que se filtrabala tenue luz una sonrisa de oreja a oreja se deslizaba.
Me puse nervioso,mi cuerpo temblaba como una hoja. Grité y la boca sonriente lanzó una risa sarcástica, dejando ver unos dientes ennegrecidos.
Entonces, se oyeron unas llaves.
Mi madre abrió el calabozo, donde había pasado las últimas horas. Después, me hizo prometer que sería bueno y estaba tan asustado que, desde entonces, no he vuelto a romper ningún cristal.
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