Kaede se sentó, con dificultad, al lado de la joven ; sus huesos ya no aguantaban como antes, y crujían dolorosamente en días tan helados como ése.
Niña mía…. – suspiró, con sonrisa triste, dirigiendo la taza de barro a los labios de Kagome, que arrugó en un gesto involuntario la nariz cuando el olor inundó su nariz.
Giró su rostro hacia el de la anciana, mirándola suplicante, y, con ojos llorosos, aceptó el ofrecimiento ; estaba segura de que Kaede sabía lo que hacía.
Cerrando los ojos, se llevó el mal trago a la boca, sorbiendo a grandes tragos el amargo líquido. Una mueca de asco se dibujó en su boca y sus ojos, pero aguantó la respiración, con la imagen de Inuyasha en su mente, y apuró hasta la última gota del brebaje sanador...
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Un calor inmenso invadio el cuerpo de Kagome y una luz cubrio su vientre.
Al momento en el que la luz desaparecio todos pudieron ver que la hemorragia habia desaparecido tambien, ERA UN MILAGRO.
Kagome podia sentir como las fuerzas regresaban a ella y a la vez podria percibir la presencia de Inuyasha rodeandola, tan llena de amor como nunca la habia percibido. Esas hierbas nacieron de las lagrimas que Inuyasha derramo por ti, explico la anciana Kaede a Kagome, es por eso que ahora su esencia esta contigo.
Kagome no podia creer lo que le decia la anciana pero no tenia tiempo que perder, tenia que evitar que Inuyasha se perdiera en el odio que habia acumulado por Kikyo.
Sin esperar a que la vieja Kaede le diera algún tipo de indicación, salió corriendo de allí, en idrección al oscuro pozo que la esparaba ansiosamente para engullirla y transportarla al nuevo mundo.
Abrió de un empujón la puerta del templo, y se echó al pozo, sin cerrar los ojos y con una idea fija en mente.
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El viaje como siempre fue inmediato, sin embargo a Kagome se le hizo eterno el tiempo que tardo en llegar a la época feudal.
Al llegar observó un panorama desolador, se podia sentir un ambiente de dolor y odio y el mismo cielo correspondia tiñiendose de negro.
Kagome podia sentir hacia donde dirigir sus pasos, era como estar poseida y no poder hacer nada para ir a algun otro sitio.
Caminó a traves del bosque, sin miedo, a pesar de la penumbra y mientras mas avanzava mas podia sentir la presencia de Inuyasha cada vez mas cargada de odio, cuando por fin a lo lejos pudo distinguir la silueta de dos personas discutiendo enardecidamente...
-TU! MALDITA! TU ERES ESA PERSONA QUE EN UN INSTANTE ROBO MI CORAZON Y EN UN SEGUNDO LO DESTROZO EN MIL PEDAZOS! Y AHORA QUE HE ENCONTRADO A ALGUIEN QUE ME AMA POR SOBRE TODO, TÚ! TÚ VIENES Y LA LASTIMAS EMPUJANDOLA A LA MUERTE!PERO ESTO NO SE QUEDARA ASI!-
El enardesido mediodemonio estaba dispuesto a destrozar a a la miko...
Punto 07
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